sábado, mayo 31, 2008

TERCER TRANCO


La degradación del lenguaje no es cuestión de palabras sino que deriva de un comportamiento práctico, es decir, del ejemplo. Me sorprende el hecho de que nunca se hable del ejemplo; de esa manera no existe como categoría de juicio propio y de otros comportamientos. No obstante, sabemos que todo viene de ahí.

El ejemplo no nace de los sermones, sino de la vida: la que se desarrolla en las escuelas, hospitales, ejércitos... allá donde se está junto a los demás.

Las opciones parecen a veces difíciles, pero no hay que tenerles miedo: hay que optar. Toda opción tiene sus razones, y tener consciencia de las razones de los demás no disminuye el valor de la elección.

Nunca me gustó agruparme en torno a un pensamiento estructurado. He dejado hacer y he visto mi limitación con un cierto sentido de desaprobación, pero no me siento capaz de encontrar un punto de referencia explícito. Tomo lo que puedo donde lo encuentro. No soy maestro y quizá nunca tuve maestros.

Habiéndome ocupado de la política durante toda mi vida, he tenido un sentido muy limitado del espectáculo. Tengo consciencia de que la política es algo estrecho, pero también es mil cosas más. El espectáculo es algo muy importante; yo he permanecido fuera de él y soy consciente de mis límites que son muy grandes. Ahora bien, me pongo contento cuando, por ejemplo, Luca Ronconi, que lleva a la escena Il silenzio dei comunisti, se arriesga a superar ese límite, a ver como espectáculo lo que yo he visto como acción técnica de un hombre en medio de otros hombres. En suma, me alegra que alguien sepa ir más allá de lo que yo he vivido como intervención empírica, como acción política. Esta es una cuestión que me interesa mucho.

A pesar de que personalmente cuento con muchas limitaciones para disfrutar del espectáculo, en todo caso tengo un gran interés por el hecho de que la política –que yo he vivido como una técnica restringida, aunque ligada al destino y progreso de la humanidad-- pueda ser vista de una manera más amplia: como música, espectáculo, como arte en general, como reflexión que va más allá del presente. A medida que me hago más viejo todo eso es más grande para mí. Siento el peligro y también el riesgo por una vida, en cierta medida limitada. Si como hipótesis pudiera decir a un muchacho que se metiera en política, le diría que se ocupara de otras cosas junto a la política. Esta es una de las razones por las que me atrae el espectáculo, que me atrae como curiosidad ya que yo he tenido con él una experiencia limitada.